La primera edición del Circuito Motorista Bañezano aconteció en 1952, pero en 2009 se cumplían 50 años porque no todos los años desde su nacimiento se pudo lograr el milagro bañezano. Sin embargo, el auténtico milagro es que hoy en día sigue vivo cada año.
En 1949 nacía el Mundial de velocidad. En aquel momento no existían circuitos permanentes en España y muy escasamente en el mundo. En pueblos y ciudades de la geografía hispana empezaron a organizarse carreras. Así sucedió en La Bañeza, donde la humildad de sus gentes y la realidad rural del lugar no amedrentó a los bañezanos de soñar con tener su circuito de velocidad. Al poco tiempo de la fecha de aquel primer mundial, ya lograron hacerlo realidad. Lo montaron en sus calles. Y así lo han mantenido hasta hoy. Hoy, sí, hoy. Hoy cuando en el mundo existen circuitos permanentes hasta en medio de un desierto, los bañezanos siguen haciendo sus carreras por las calles de su “pueblo”. Quizá porque lo que en ese singular recodo de la meseta Norte se ha quedado desierto, es el mapa de los circuitos permanentes. O quizá simplemente, porque La Bañeza ama al motociclismo.